viernes, 16 de julio de 2010

C&L *No debería quererte*

PRÓLOGO

Ellas parecían no querer moverse; o tal vez no podían. Escuchaba sus quejidos lastimeros con lejanía, mientras trataba de pensar con claridad. Trazaba un plan para conseguir sacarlas de allí sanas y salvas. Ahora había tomado el mando.
Tenía las manos cubiertas de la sangre de otra persona, aunque repugnaba recordar su procedencia. Al alzar la vista se escuchó un disparo que procedía sin ninguna duda del interior de la mansión. Gritaron, y buscaron refugio tras unos contenedores de basura dispuestos para el servicio. Un segundo disparo alertaba de que no se trataba de una broma. Las cuatro habíamos comenzado a jugar a un juego peligroso, y sólo en aquel momento nos dimos cuenta de su envergadura. Recordaba a como años atrás mamá trataba de obligarme a coger un abrigo para no resfriarme, parecía que todo estaba bien hasta que tenía demasiada fiebre como para ir al parque esa tarde. Pero mamá no estaba tras esos contenedores y aquella situación no se solucionaría con unos días en la cama. El tercer disparo me cogió desprevenida y ensimismada en mis propios pensamientos. A mi cabeza sólo podía llegar un nombre. Su dueño era el causante de esta situación, de la sangre, de los disparos... Puede que lo más razonable hubiera sido rehuirle desde el principio, cuando todavía podía. Estaba maniatada a ese nombre, y aunque pudiera no querría soltarme. Me maldije por aquella situación, por ese dolor que me invadía y que no se desvanecería hasta saber que ambos estaban bien.
No pude evitar evocar la noche en que todo empezó. La noche en que sucedió. La noche en la que él, Christian, llamó a la puerta de mi casa con un hombre al que mi padre conocía muy bien...